Falla Infantil Municipal 2016

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lunes, 16 de abril de 2012

La València Daurada






































Falla Infantil 2013 Ayuntamiento de Valencia

El siglo XV, es el Siglo de Oro valenciano, una época gloriosa, en la que la ciudad estaba al nivel de las grandes capitales europeas del momento, como París y Brujas. Valencia creció hasta alcanzar los 75.000 habitantes a mediados de siglo, por lo que era la segunda ciudad más grande de la península tras la Granada nazarí. La capital valenciana era el centro económico, político y social de la Corona de Aragón y de ahí el florecimiento intelectual que la convirtió en un foco literario de importancia.

La ciudad se abre a la modernidad, se abre al mediterráneo, siendo un puerto de los más importantes y el primero de la península. El rey Alfonso el Magnánimo traslada sucorte a Valencia, que luce una nueva muralla, rematada con numerosos portales, de los que destacan las Torres de Serranos, puertas principales de la ciudad, emblema y símbolo del poder del momento.

El Siglo de Oro es un gran movimiento cultural que abarca todas las ciencias de la época y aporta las mejores obras literarias en valenciano escritas en el reino de Valencia. La inmensa mayoría de escritores de esa época son valencianos o escriben en valenciano, el “Tirant lo Blanch” es un ejemplo de ello. Escritores como Joanot Martorell, Ausiàs March, Sor Isabel de Villena, o Jaume Roig son algunos de los más importantes de la época.

En el campo de la arquitectura se inicia el siglo con las recién acabadas Torres de Serranos, proyectadas por Pere Balaguer, al igual que la torre campanario de la catedral, el Miguelete. Destacan en este siglo la obra de Pere Comte, arquitecto que llevaría a cabo las obras de la nave principal de la catedral, aunque la que le daría la fama es, sin duda, la Lonja de la Seda. En pintura Valencia destaca por ser señera del estilo gótico internacional, estando al nivel de otras escuelas de la época, como la de París. Pere Nicolau, Gonçal Peris, Gherardo Starnina o Miquel Alcanyís, son algunos de los pintores que trabajan en esta época dorada. Valencia, siempre sensible a las novedades pictóricas, es testigo de una temprana incursión de la pintura italiana del quattrocento, una de las primeras muestras del renacimiento en la península, con la decoración de la capilla mayor de la catedral de Valencia. Los ángeles de la catedral culminan un siglo glorioso en el que Valencia era señera de los movimientos culturales de la Europa bajomedieval, ya en los albores de la edad moderna.